Una boda con tintes gallegos y argentinos. Así fue la boda de MªJosé y Suso, llena de sorpresas y momentos especiales, todos ellos diseñados y elaborados tanto por los novios como por los invitados. Mª José se vistió en el Antiguo Convento de Boadilla. Su vestido era de aire griego muy ligero de muselina de seda. Adornado con tul bordado en pedrería y lentejuelas en la cintura simulando un cinturón además de un gran escote en la espalda, de Rosa Clará. Los zapatos eran de color celeste de Lodi y unos pendientes de Suárez, regalo de pedida de su suegra. La tía de Suso le regaló, hecho por ella misma con encaje de bolillos, la liga, el abanico y el pañuelo de arras así como el cojín de los anillos, "¡un trabajazo!". Además, su padre llevaba guardado el pañuelo que sabía que iba a necesitar... el que le hizo su abuela antes de nacer. Lo tenía ella y lo mandó desde Argentina (el algo viejo que buscaba). Con ello, hizo que su abuela estuviese un poco más presente. El velo era de su amiga María (algo prestado). También de Rosa Clará. El tocado de flores naturales a juego con el ramo, se lo hicieron en Flores Birlanga, que se encargaron de toda la decoración floral. Su peinado lució con un recogido trenzado estilo griego, por Marta Rodríguez Conejero y del maquillaje se encargó Myriam Urzay. Suso llevaba un traje y una corbata de Protocolo Novios con unos gemelos de Mont Blanc y un reloj de Hugo Boss. Se casaron en la Iglesia Santo Cristo de la Misericordia en Boadilla del Monte. Para adornar la iglesia eligieron flores con las que se sienten muy identificados, las que suelen tener en el día a día en casa: eucalipto,"Suso es de Galicia y no le puede gustar más a modo de decoración", paniculata, botones verdes y margaritas, una de sus flores preferidas, de Flores Birlanga. La finca que eligieron para la celebración fue Prados Moros en el municipio de Guadarrama, un lugar increíble rodeado de un entorno natural único, con numerosas zonas ajardinadas donde pasear y realizar un buen reportaje fotográfico por las maravillosas vistas a un lago y donde los invitados pudieron degustar del excelente buen servicio del catering Leal Maese. Antes de entrar en el comedor los invitados escribieron notas de deseos en globos blancos que más tarde los novios soltaron al final del embarcadero, un momento muy especial y del que disfrutaron mucho. Durante la cena hubo muchos momentos especiales con discursos de los familiares y amigos, una velada llena de recuerdos y emociones. Todos los detalles, desde las invitaciones, minutas, los regalos benéficos que dieron, etc, fueron diseñados y elaborados por ellos, siguiendo todos la misma línea vintage y con el símbolo de sus huellas, formando un corazón. La novia abrió el baile con su padre, bailando el tango "Por una cabeza" que terminó con el novio, interpretado por un violinista con violín electrónico. Mª Jose y Suso fueron a clase de baile para preparar una coreografía con "Up Town Funk" de Bruno Mars al que se sumaron las amigas de la novia para abrir la discoteca. ¡Os dejamos un resumen de esta bonita pareja!